La Contrahistoria

Arte, artistas y mecenazgo

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Sinopsis

Hoy nadie se cuestionaría, por ejemplo, que a un músico hay que pagarle por su trabajo. Taylor Swift, Ed Sheeran o Rosalía congregan en sus conciertos a cientos de miles de personas que previamente han pagado una entrada seguramente muy cara. Esto es aplicable a intérpretes menos exitosos e incluso a los músicos que tocan en la calle, en el metro o en un parque. Muchos viandantes les dejan monedas o adquieren allí mismo una grabación suya. Esto no es cosa de ahora. Vivir de la música es algo que hunde sus raíces en la noche de los tiempos. Está documentado que ya en la corte de Carlomagno había músicos profesionales y seguramente los hubo antes. No deberíamos sorprendernos por ello. La música, no sólo es un arte, es un mercado y se comporta como tal. Hoy los fans de Rosalía pagan por disfrutar de sus canciones y, a veces, para señalizarse socialmente. Hace un milenio reyes y señores p